Eduardo Blanco Amor, considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura gallega, fue el último representante de la Xeneracion Nos, movimiento cultural gallego al que pertenecieron Otero Pedrayo, Risco, Castelao y Bóveda, entre otros. Poeta, periodista, crítico ensayista, dramaturgo, político y novelista bilingüe- traducía sus propias obras-, nació el 14 de septiembre del año 1897, en la ciudad de Ourense. Era el mayor de tres hermanos de una familia pequeño- burguesa venida a menos. Al terminar el bachillerato, en 1917, ingresó en El Diario de Orense como redactor, pero poco tiempo después (1918) emigra hacia América huyendo del servicio militar obligatorio. Fija su residencia en Argentina en donde dirige la revista Céltiga, el periódico de la Federación de Sociedades Gallegas; fundó y dirigió, además, la revista literaria A Terra y fue director del Teatro Español de Cámara de Buenos Aires, entre otras actividades. Blanco Amor fue un autodidacto que llegó a impartir docencia en las universidades de Chile y Uruguay, y en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universiad de la Plata. En 1929, el diario La Nación, de Argentina, lo envía de regreso a España como corresponsal. Entre 1933 y 1935, estuvo encargado en Madrid de la redacción de la revista Ciudad, con Víctor de la Serna, en donde colaboraban Alberti y García Lorca, y con los que establece una gran amistad. En 1965 finaliza su exilio voluntario y regresa a España, donde publica novelas y obras de teatro. Muere en Vigo en 1979, a los 82 años, a causa de una embolia cerebral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de agosto de 2005