KPMG, la cuarta multinacional de auditoría del mundo, pagará una sanción de 456 millones de dólares (373 millones de euros)por haber facilitado a sus clientes entre 1992 y 2002 instrumentos encaminados a evadir impuestos. La firma cerró ayer un acuerdo extrajudicial con la fiscalía estadounidense que contempla, además del pago de una multa, su tutela por un supervisor independiente y la modificación de sus políticas sobre asesoría fiscal.
Según los cargos presentados por la fiscalía contra la auditora, KPMG ayudó a sus clientes más acaudalados a "evadir miles de millones de dólares en impuestos sobre la renta y el capital" mediante "refugios fiscales fraudulentos". El pacto, no obstante, evita, de momento, que KPMG sea imputada de delito alguno, siempre y cuando se atenga a las condiciones del mismo hasta 2006. No obstante, ocho ex socios de la auditora -Jeffrey Stein, ex vicepresidente de KPMG, entre ellos- y un abogado externo fueron acusados de estafa y serán imputados por ello próximamente.
Con el acuerdo aprobado ayer, KPMG esquiva el destino de Arthur Andersen, que en 2002 fue acusada de un delito de obstrucción a la justicia, lo que provocó la huida de clientes y, en última instancia, la desaparición de la firma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de agosto de 2005