Dos metros y medio de túnel al día: ésa es la velocidad a la que avanzan los trabajos de prolongación de la línea 1 hasta Chamartín. Parten a menos de un kilómetro de Chamartín (en la calle del Bambú) y enlazarán la estación con cinco futuras paradas en esta línea. Para construir esta obra de ingeniería, se está utilizando el llamado sistema belga. En el lugar donde los trabajadores se enfrentan al muro de tierra con pico y pala, hace calor y la humedad se siente. En la boca del túnel, alguien construyó una hornacina. En su interior, colocó la imagen de santa Bárbara y santo Domingo de la Calzada.
Dentro del túnel, 30 obreros trabajan en tres turnos para terminar un túnel de 695 metros que unirá el futuro intercambiador de Chamartín con la siguiente estación, que aún no tiene nombre y que ayer visitó la consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal. En dirección contraria, pero formando parte de la misma línea, una tuneladora perfora 37 metros diarios.
Los 30 operarios trabajan con pico y pala -sistema constructivo ya utilizado otras ocasiones en la línea 7- porque el radio de la curva en ese punto no lo podía trazar una tuneladora.
Este tramo es una parte del proyecto que unirá las líneas 1 y 4 en la estación de Pinar de Chamartín, desde donde saldrá, además, el tren ligero a los nuevos barrios de Sanchinarro y Las Tablas. Serán cinco nuevas estaciones, de las que se beneficiarán 60.000 vecinos de Hortaleza y Chamartín. Las obras estarán terminadas en primavera de 2007.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de agosto de 2005