"Tengo fama de hacer personajes con un poder y un carácter muy fuertes", contó ayer en Venecia Marisa Paredes, que interpreta a una monja en Espejo mágico, de Manoel de Oliveira. "En esta película he podido explorar la capacidad de compasión del ser humano", dijo la actriz, que destacó la gran vitalidad del cine del realizador portugués.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de septiembre de 2005