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Crítica:CRÍTICAS

Excesos utópicos

¿Y si mientras estamos en un pub inglés, bebiendo una cervecita y charlando con un amigo, éste nos dice que nos tenemos que ir, que el mundo se acaba y hay que largarse? Desde esta premisa, tan delirante como efectiva, arranca esta Guía del autoestopista galáctico, debut en la dirección de un autor de vídeos, Garth Jennings, y primera versión en cine, si la memoria es fiel, de los célebres libros de Douglas Adams del mismo nombre.

En ellos, Adams, aquí también coguionista, utilizaba los viejos resortes del utopismo negativo para, situando a sus criaturas en el espacio y entre seres de todas las galaxias, poner mejor el dedo en las llagas y miserias de nuestro mundo y nuestro presente... una puesta a punto corrosiva y efectista de la vieja literatura fantástico-moralista. Con ese arranque, un humor desastrado que en muchas ocasiones se le va de las manos, y un plantel de actores entre los cuales se oyen, además, las voces de consagrados actores británicos como Stephen Fry o Alan Rickman -obviamente, en la versión original subtitulada-, Jennings intenta crear un mundo plausible, en el que el sinsentido contemporáneo -la superficialidad, la moda, las decisiones políticas que se toman sin consultar a los afectados: esas cosillas de cada día- se convierte en algo así como el sentido mismo del asunto.

GUÍA DEL AUTOESTOPISTA GALÁCTICO

Dirección: Garth Jennings. Intérpretes: Martín Freeman, Mos Def, Zooey Deschanel, John Malkovich, Warwick Davis. Género: ciencia-ficción fantástica, EE UU -Reino Unido, 2005. Duración: 109 minutos.

Ni demasiado coherente -le pierde su deseo de epatar al precio que sea-, ni siempre con un humor a la misma altura, la cosa se aguanta por su propia desmesura, por algunos tics inteligentes y, en fin, por su indisimulado espíritu crítico. Y es bueno no preguntarse, al acabar, demasiadas cosas sobre el asunto, no sea cuestión que el edificio conceptual del filme se le venga encima al interrogador en cuatro segundos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de septiembre de 2005