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Zapatero recibirá a Ibarretxe dos días después de hablar con Rajoy

El Gobierno vasco reclama el acercamiento de los presos de ETA

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, volvió a pedir ayer una modificación de la política penitenciaria y el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles de Euskadi, justo en vísperas de la nueva entrevista del lehendakari, Juan José Ibarretxe, con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Zapatero recibirá a Ibarretxe el próximo miércoles, una cita prevista desde antes de las vacaciones y cuya fecha exacta se oficializó ayer, al mismo tiempo que la portavoz realizaba dichas declaraciones en la emisora pública Radio Euskadi.

El presidente del Ejecutivo ha incluido a Ibarretxe, con quien no se ha entrevistado después de la investidura del jefe del Ejecutivo vasco en junio, en los contactos de arranque de curso que inicia el próximo lunes con el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Con el presidente del PP abordará, antes de ver al lehendakari, la pacificación y las reformas estatutarias, entre otros asuntos.

La última reunión entre Ibarretxe y Zapatero se produjo el 5 de mayo, después de las elecciones vascas, cuando el lehendakari se hallaba todavía en funciones. Azkarate daba ayer con sus declaraciones algunas pistas sobre parte de los asuntos que Ibarretxe puede considerar de interés exponer al presidente del Gobierno.

Azkarate pidió la modificación de la política con los presos de ETA, cuyo traslado a las cárceles vascas reclamó abiertamente. El acercamiento de reclusos, una recurrente petición de los nacionalistas, constituiría, dijo la portavoz del Ejecutivo de Vitoria, "una señal de distensión" por parte del Gobierno.

La portavoz de Ibarretxe criticó también la Ley de Partidos, que ilegalizó a Batasuna, pues supone "prohibir ideas y silenciar voces", además de que no servirá para encontrar "nunca la solución".

Ambos asuntos guardan una estrecha relación con el objetivo del lehendakari de constituir una mesa de partidos para la normalización, en la que ni socialistas ni populares aceptan a la formación ilegalizada. El acercamiento de los presos puede, en el planteamiento de los nacionalistas, contribuir al fin de ETA y éste a su vez colocar a Batasuna en condiciones de volver a la legalidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de septiembre de 2005