El Ayuntamiento de Madrid admite que no ha sabido explicar a los ciudadanos el beneficio que las obras que se están acometiendo traerán a la capital. "En 30 años no se había hecho nada", dice Pilar Martínez, concejal de Urbanismo, Vivienda e Infraesctruturas. "Lo que estamos acometiendo es una transformación de la movilidad de la ciudad para mejorar la calidad de vida", añadió.
La edil se justifica ante las críticas de la oposición y de los ciudadanos por la masiva intervención en que era "necesario actuar rápida y enérgicamente". "No podíamos estar molestando mucho tiempo a los ciudadanos como en París, donde llevan 10 años reformando la A-86", explica.
En la M-30 trabajan 4.000 operarios cada día y su paisaje está dibujado, entre otras maquinarias, por 100 grúas. "Lo peor ha pasado ya", vaticina Pilar Martínez. La concejal asegura que no teme que haya atascos a causa de las obras con la vuelta de las vacaciones. "A partir del día 15 vamos a empezar a abrir los tramos de la M-30 que estén acabados, pero no vamos a cortar ninguna cinta".
Martínez también reconoce el Ayuntamiento no ha sabido comunicar a los vecinos que lo que se hará en la M-30 es un gran jardín y que, por tanto, la alarma por la tala de árboles no está justificada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de septiembre de 2005