Brasil quiere explotar la riqueza de su biodiversidad, única en el mundo. Y quiere hacerlo esta vez legalmente. Para ello, el Ibama, el Instituto que defiende el medio ambiente, va a permitir el uso de una lista de productos animales para la exportación. En esa lista hay sobre todo pieles de todo tipo de animal exótico muy buscadas por los millonarios de los países árabes para forrar los yates de lujo y para la confección de zapatos, vestidos, relojes y pulseras. Pero no es sólo eso. Brasil va a producir unos 200 millones de moscas estériles por semana. Dichos insectos son preciosos contra las plagas de las frutas, señala el genetista Aldo Malavasi.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de septiembre de 2005