Said Berraj (Marruecos, 1972), como otros 20 supuestos implicados en el 11-M, fueron investigados a partir de 2001 en relación con la célula española del 11-S. El llamado mensajero de Al Qaeda (no sólo realizaba ese trabajo en moto en Madrid, sino que supuestamente llevaba recados desde la cúpula de la organización a los comandos) fue uno de los participantes en una reunión en Turquía, en la que se dio permiso a las células locales para atentar en su territorio. Está huido y se le considera muy peligroso. Ya era amigo de Jamal Zougam en Tánger.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de septiembre de 2005