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CARTAS AL DIRECTOR

El paraíso cubano

Las brillantes lecturas de fotos con las que nos ha deleitado este verano Juan José Millás en EL PAÍS me ha llevado a fijarme

en la foto que ustedes publican en la última página el sábado 3 de septiembre. Ilustra una noticia de Cuba según la cual Fidel Castro rechaza los cruceros turísticos -uno de ellos aparece en la foto-, a los que califica de "basura".

Pero en primer plano lo que aparece es un esforzado cubano conduciendo un triciclo con capota para pasear turistas, probablemente fabricado por él mismo. Quizá muchos no sepan que ese "oficio" informal apareció hace unos años en La Habana por la necesidad imperiosa de muchos cubanos de lograr algunos dólares de los denostados turistas que completaran el mísero sueldo en pesos que le paga el Gobierno, si es que tienen trabajo. Muchos de ellos, lo pude comprobar, son médicos, economistas o abogados no especialmente jóvenes, como el de la foto, que echan los "bofes" en el caluroso Caribe para poder sobrevivir, que es lo máximo a que aspiran la mayoría de los cubanos gracias a 45 años de revolución. En efecto, una imagen vale más que mil palabras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de septiembre de 2005