SOS Racismo criticó ayer al líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández-Díaz, y calificó de "xenófoba" su propuesta de que la Administración rechace o no renueve los papeles de trabajo y residencia a los inmigrantes que incumplan las ordenanzas municipales sobre civismo o que no paguen las multas correspondientes. La organización denunció que estas declaraciones "fomentan la fractura social" y "atentan contra la convivencia".
"Si a los ciudadanos de origen extranjero no les renovamos o damos los papeles, al ciudadano nacional que tiene acumuladas 20 multas de tráfico lo desterramos", planteó con ironía la entidad en un comunicado. Además, SOS Racismo recordó que el civismo preocupa a todos los ciudadanos de Barcelona, con independencia de su origen.
En las últimas semanas, el PP barcelonés ha intentado incorporar al debate sobre el civismo otros asuntos que, según la organización, no pueden considerarse como tal. Fernández-Díaz ha propuesto "la expulsión de la calle" de "mendigos y prostitutas" y la lucha contra otros colectivos, por ejemplo, los que a su parecer escasean de "decoro" al vestir.
En una clara referencia a la mendicidad, SOS Racismo recordó que "bajo el paraguas del llamado problema del civismo no se pueden camuflar aquellas manifestaciones de exclusión social y pobreza que sufre la ciudad" y consideró que para acabar con el incivismo son necesarias políticas de educación cívica, el cumplimento de la normativa y el aumento de los dispositivos de limpieza.
Aludiendo a la conocida metáfora de las peras y las manzanas que la concejal de Madrid Ana Botella escogió para refererise a los matrimonios homosexuales, SOS Racismo remachó: "Gente incívica la hay en todos los sitios, y afirmaciones como éstas sólo desvirtúan el análisis de un problema que tenemos como ciudad. Ahora sí podemos aplicar el dicho que usó de forma lamentable una conocida dirigente de este partido [el PP]: 'no se pueden mezclar peras con manzanas".
El sindicato CC OO reclamó ayer la aplicación de una tasa que grave las pernoctaciones de los turistas en la capital catalana y que el consistorio instale las infraestructuras necesarias para atender las visitas de todos los viajeros. "Lo que hay que seleccionar no es el nivel adquisitivo, sino los comportamientos", afirmó el sindicato, que también exigió más dinero para realizar políticas sociales que procuren la cohesión social.
CC OO también se mostró preocupado por la crispación que ha generado el debate sobre el incivismo, que puede hacer que la ciudadanía caiga "en una cierta psicosis colectiva". Ello, según el sindicato, podría llevar a "medidas excepcionales" que no supondrían mejorar la calidad de vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de septiembre de 2005