Las aguas andan revueltas en el puerto de Barcelona. Unos 250 trabajadores de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) cortaron ayer los accesos al puerto durante tres horas y media -de 8.00 a 11.30- para protestar contra la política de privatización impulsada por su presidente, Joaquim Coello, explicaron ayer fuentes sindicales.
Desde que el Gobierno tripartito llegó al poder, y el nuevo consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, nombró a Coello máxima autoridad del puerto, "se han privatizado las unidades de mantenimiento y de reparación de vehículos, así como el parque móvil", explicó el presidente del comité de huelga del puerto, Antonio Clar. "Y ahora pretenden sustituir parte del Cuerpo de Guardamuelles por servicios de seguridad externos", se quejó.
Todos estos cambios, cuyo "único fin ha sido el recorte de gastos", han supuesto la prejubilación de 40 empleados y la reubicación de otros 20, apuntó Clar, quien criticó la gestión de Coello por ser "demasiado neoliberal" y preferir el "beneficio económico" en detrimento del "buen funcionamiento" del puerto. Las protestas se prolongarán hasta el mediodía de hoy.
La APB, por su parte, emitió un comunicado en el que justificó la privatización de estos servicios para "optimizar al máximo sus recursos humanos". También lamentó que "las consecuencias económicas" de esta protesta fueron "graves y del todo desproporcionadas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de septiembre de 2005