Querido Fernando Alonso: soy un habitual seguidor tuyo que no ha dejado de sorprenderse al recibir la noticia de tu Príncipe de Asturias. Siempre he creído que premio tan honorable se otorgaba a personajes cuya trayectoria profesional iba más allá de campeonatos de Asturias, Galicia, País Vasco y España junior. Tu futuro no es de Príncipe, sino de Rey y para serlo hay que ser justo y permitir que los vasallos del jurado entronicen a otros como Ángel Nieto o Carlos Sainz, cuyo feudo deportivo defendieron durante muchos años con campeonatos logrados más allá del Principado y reinos colindantes.
Conste que tú no tienes la culpa de cegar con tus habilidades los ojos del patrio jurado. Conste que reinarás mucho tiempo por la gracia de Dios. Pero me pongo en el lugar de los deportistas no agraciados y la imagen que me viene a la cabeza es de Ángel Nieto dando una vuelta triunfal envuelto en bandera lila, roja y amarilla para escarnio del tribunal premiante. Enhorabuena a los premiados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de septiembre de 2005