El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, manifestó ayer que está aceptado en la sociedad vasca que las condiciones para la paz son hoy "más favorables". Y añadió que, en este contexto de "proximidad" de la paz, "resultan necesarios, por parte de los principales implicados, signos de distensión".
El obispo Uriarte, que es un buen conocedor de la cuestión ya que en 1999 fue intermediario ante ETA en representación del Gobierno presidido por Aznar, aclaró cuáles pueden ser, a su juicio, estos signos: "Evitar las acciones violentas, cancelar las extorsiones económicas, tener gestos de acercamiento a las víctimas, aplicar las leyes justas con espíritu amplio y conciliador, humanizar la situación de los presos y de sus familiares...".
El obispo de San Sebastián hizo esas afirmaciones en su homilía del día de la patrona de Guipúzcoa en el Santuario de Aranzazu. En este marco, que ha tenido cierta relevancia en la historia de ETA, Juan María Uriarte expresó su temor a que los "maximalismos y desconfianzas entre los principales responsables" puedan bloquear este camino. Y, junto a los "signos de distensión", recomendó también "paciencia, discreción y lealtad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de septiembre de 2005