LO PRIMERO que sintió la autora de la imagen al llegar al gigante azul de Perito Moreno, en el parque de los Glaciares, al sur de Argentina, fue una ligera decepción. "Era un día de fiesta y estaba lleno de gente dando voces, hasta se oía a españoles hablar de trabajo", recuerda Itziar Elizalde. Había llegado con su marido, sus padres y su hermana (los tres últimos, protagonistas de la fotografía). Les habían recomendado esperar la hora de la comida, "coger una cerveza Quilmes y un bocadillo", para disfrutar de la tranquilidad. Siguieron el consejo y obtuvieron recompensa. "El glaciar necesita silencio para oír cómo cruje el hielo. Nosotros incluso vimos un desprendimiento". La fotografía recoge uno de los mejores recuerdos de un viaje familiar de tres semanas por Argentina. "Prueba de que nos gustó tanto es que volvemos este año", explica. ¿Cuándo? "Casualmente mañana mismo. Esta vez iremos al norte".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de septiembre de 2005