La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, rechaza frontalmente la propuesta del Gobierno central para paliar el déficit de la sanidad porque, dice, subir impuestos va en contra de las políticas de su partido. Sorprende mucho oír esto a la presidenta del PP madrileño. Por ejemplo, el IBI en el Ayuntamiento de Madrid (PP) subió el año pasado, el abono transporte subió y sube cada año, la zona de servicio de estacionamiento regulado será ampliada por tercera vez y ya se estudia una cuarta ampliación (esto no sé si es un impuesto o un chantaje), el céntimo sanitario ya se paga en Madrid desde hace al menos tres años, etcétera.
La señora Aguirre, si la oferta del Gobierno no le parece suficiente, lo que debe hacer es participar en el debate desde un punto de vista constructivo y no boicotearlo antes de empezar. De no ser así, tendrá que explicar a los madrileños la siguiente cuestión: ¿por qué es ridícula la aportación del Gobierno, 1.000 millones, y en cambio la del anterior Ejecutivo, 1.000 millones menos, era suficiente y satisfactoria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de septiembre de 2005