Marta Ferrero y su hijo de tres años viven en Las Rozas. El niño tiene asignada plaza en un colegio público, que está en construcción, en la zona de El Cantizal. "No lo han acabado a tiempo a pesar de habernos prometido que se inauguraría en septiembre", explica Ferrero. Por eso, su hijo y otros 179 niños de infantil asisten a clase en un centro destinado a educación especial. "Nos han dejado una parte de las instalaciones, pero lo han tenido que adaptar a los pequeños. Y el viernes no estaba listo, todo sucio, los obreros todavía trabajando, los muebles apilados... Fuimos los padres y los profesores los que, finalmente, tuvimos que poner el mobiliario en su sitio", explica Ferrero.
La concejal de Educación de Las Rozas, Gema Matamoros, del PP, les ha asegurado que el colegio estará finalizado a finales de mes. "Ojalá", continúa Ferrero, "pero tengo mis dudas". "A los niños del centro de educación especial les estamos usurpando una parte de sus instalaciones", agrega.
Desde el Consistorio, aseguraron que los niños de educación especial, a pesar de la situación, "están completamente separados de los otros".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de septiembre de 2005