General Motors (GM) ha anunciado que será a finales de octubre cuando decida qué planta fabricará el futuro Opel Meriva: si la española de Figueruelas (Zaragoza) o la polaca de Gliwice. La incertidumbre sobre esa decisión pesa como una losa en la planta de Figueruelas, donde UGT ha calculado que pueden perderse, si el nuevo modelo se fabrica en Polonia, 3.000 puestos directos y 2.000 de las empresas proveedoras.
Este sindicato, mayoritario en la planta zaragozana, presentó ayer un estudio sobre el futuro de las 66 firmas proveedoras situadas en 12 localidades del corredor de Zaragoza. A las pérdidas de los puestos de trabajo se une el temor a la deslocalización. Luis Tejedor, responsable del sector del metal de UGT Aragón, afirmaba: "Si el nuevo el modelo sale de nuestra planta supone que se deslocaliza el 50% de la producción de la empresa más grande y la deslocalización será completa para los proveedores".
Ahora en España se fabrica el 70% de las piezas del Meriva, si sale a Polonia solo quedará en España la producción del 5%. La dirección de GM España y el Gobierno de Aragón han unido esfuerzos para evitar esa marcha y han presentado un plan a Industria que ha sido avalado por el ministro José Montilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de septiembre de 2005