Yo también, como ciudadano de Madrid y agraviado por el comportamiento del señor Tamayo y la señora Sáez, me sumo a la serie de cartas en las que se pide una seria investigación sobre la trayectoria de estos individuos. Les ruego no lo echen en saco roto, pues harían un gran favor a la democracia de este país, así como dar satisfacción a tantas ilusiones rotas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de septiembre de 2005