En julio de 1997, unos días después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, muchos fueron los medios de comunicación, como EITB o Antena 3 (los recuerdo especialmente por la crudeza de sus palabras), que se rasgaron las vestiduras lanzando comunicados en los que prometían no volver a gastar ni un segundo de sus emisiones para dar publicidad gratis a ETA. Pero, como siempre, todo se quedó en palabrería y buenas intenciones.
Hoy, cada vez que la ilegalizada Batasuna, con Arnaldo Otegi a la cabeza, da una rueda de prensa no hay un solo medio que no cubra la noticia. ¿Realmente es noticia o hacemos que lo sea? Si nadie, salvo Gara claro, se presentase, ¿cómo lanzarían sus continuas amenazas y fanfarronadas?
Desde que HB, EH o cualquier otra combinación de letras que quieran usar dejaron de ser partidos como tal y pasaron a ser una asociación de amigos como otras muchas, deberían disfrutar de la misma atención que éstas y comunicarse con el resto de la sociedad, por ejemplo, con una carta como ésta a los periódicos. Que luego salga o no publicada, es otra historia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de septiembre de 2005