El enfrentamiento entre la FIFA y los 18 clubes más poderosos del mundo, agrupados en el G-14, vivió ayer un nuevo capítulo cuando éstos reiteraron su derecho a acudir a un tribunal ordinario junto al Charleroi belga, que demanda a la FIFA una compensación económica por la grave lesión que uno de sus jugadores, el marroquí Abdelmajid Oulmers, de 26 años, sufrió durante un partido con su selección.
Consideramos fundamental que los clubes tengan el derecho a preguntar si las normas que les gobiernan son legales", argumentó Thomas Kurth, director general de la asociación de clubes, en un comunicado. "Debemos tener la opción de hacer esta consulta ante un tribunal abierto e independiente", continuó, "porque actualmente cada equipo, no sólo los del G-14, debe vivir con las normas que les han impuesto de forma unilateral [la FIFA y la UEFA]".
La reacción de Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, fue fulminante. Durante el Congreso de la FIFA celebrado en Marraquech, en Marruecos, el pasado fin de semana, solicitó a la Federación belga que sancionara al club por acudir a la justicia ordinaria. Una muestra de la tiranía y el matonismo" de la FIFA, según los clubes agrupados en el G-14, entre los que se encuentran el Barça, el Madrid y el Valencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de septiembre de 2005