Nexo de unión entre los barrios de Chueca y Malasaña, la calle de Fuencarral quiso demostrar ayer que es la más alocada, moderna y divertida de Madrid. Cerrada al tráfico rodado entre Colón y Gran Vía, celebró el festival Pura Vida, una propuesta de música, baile y moda. Miles de jóvenes bailaron con los sonidos de Mastretta, La Habitación Roja, Femme Fatal o los neoyorquinos Brazilians Girls, en un escenario junto al mercado de Fuencarral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de septiembre de 2005