Me resulta chocante que el consejero de Justicia del Gobierno vasco sea pluriempleado, ya que aparte de su alto cargo ejerce de abogado de Rafa Díez Usabiaga. También se ocupa en cuestionar y desacreditar asiduamente todas las actuaciones judiciales encaminadas a desmontar la trama ilegal de la izquierda abertzale. Es más, me temo que hemos de recordarle que es consejero de Justicia de todos los vascos y vascas -como gustan reiterar- y que una buena parte de la sociedad vemos con muy buenos ojos que el Estado de derecho se imponga.
Le pido al señor Azkarraga que no haga declaraciones opinables en nombre de todos nosotros, porque somos muchos los vascos que seguimos creyendo en la democracia y en la necesidad de actuaciones judiciales -siempre conforme a derecho- que persigan el delito y debiliten la trama de apoyo a la banda terrorista. Si ha habido algún tipo de colaboración con ETA por parte del señor Díez, espero de la justicia una actuación proporcionada pero firme, aunque no le haga gracia a nuestro consejero. Por mucho que profetice que "esas actuaciones judiciales son perjudiciales para un proceso de pacificación y normalización", es fundamental que la justicia no se detenga. La banda terrorista no ha dicho todavía nada de desmantelar su tinglado, por tanto los mecanismos democráticos que asisten a la ciudadanía han de seguir funcionando. Increíble tener que recordárselo al principal representante político de la justicia de nuestro país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de septiembre de 2005