Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

El turismo, una estafa consentida

¿Por qué el ciudadano de a pie que no se beneficia en nada del turismo tiene que pagar con sus impuestos los gastos que estos cientos de miles de visitas generan cada día a la ciudad de Barcelona? Todos los gastos en mayor seguridad para tanta gente, limpieza, mantenimiento extra, etcétera, que se precisan para atender a tantos millones de visitantes son enormes y deberían pagarlos los empresarios hoteleros, que son los que más se benefician de este negocio.

Este tipo de impuestos al turismo existen en la mayoría de las ciudades turísticas importantes menos aquí, donde seguimos pagando con el dinero de todos el enorme negocio de unos pocos empresarios hoteleros bien protegidos políticamente.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de septiembre de 2005