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La plantilla de prisiones crecerá el 50% para cubrir los nuevos centros

El consejero de Justicia, Josep Maria Vallès, anunció ayer que el próximo año el personal de prisiones aumentará en "1.500 plazas" para atender a la creación de los nuevos centros penitenciarios. Esta cifra incrementa la plantilla, que actualmente es de 3.000 funcionarios, en un 50%. Vallès declaró a Catalunya Informació que su intención es también "acabar con la situación de precariedad en la que se encuentran los interinos" con una de las actuaciones que se realizarán "para reforzar las plantillas". Valls apuntó que la situación "masificada" en las cárceles catalanas no permite "trabajar en condiciones con los presos". "Esperamos tener en breve las nuevas infraestructuras y más recursos", dijo.

En estos momentos hay en las cárceles catalanas 8.300 presos. El consejero aludió al hecho de que la Administración Penitenciaria tenga 3.000 trabajadores mientras que la de Justicia cuenta con 7.000 empleados y "más recursos económicos". En este sentido, Vallès espera que "pueda aumentarse la aportación" a los servicios penitenciarios.

Centro preventivo

Sobre a la creación de un centro preventivo que sustituirá a la cárcelo Modelo de Barcelona, afirmó: "Se trata de sustituir un centro que se había quedado obsoleto y que es insuficiente para la demanda existente". "Los presos no recibían el tratamiento adecuado", agregó. En referencia a las reticencias municipales a que el nuevo centro esté situado en Barcelona, Vallès dijo: "Tanto las administraciones como la gente tienen que superar esa contradicción de querer más justicia por un lado y por otro no aceptar los centros penitenciarios".

El consejero afirmó respecto a la Ciudad de la Justicia de L'Hospitalet de Llobregat: "La hemos reducido en 15.000 metros cuadrados para recortar gasto". Y añadió: "Tenemos que equilibrar el gasto puesto que ahora mismo estamos trabajando en 25 edificios judiciales más, distribuidos por toda Cataluña y hay que pensar en ellos".

El departamento, dijo, ha trabajado para incrementar las medidas de seguridad en los centros de menores, aunque éstos "no son centros protegidos, blindados, como las prisiones, los menores tienen más libertad", señaló, y el control siempre se hace más complicado. "El perfil del delincuente juvenil ha cambiado; ha aumentado la edad, el perfil cultural y la importancia del delito que ha cometido", explicó Vallès. Para el consejero, esto debería comportar "una revisión a fondo del modelo de justicia juvenil".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de septiembre de 2005