Oigo al presidente del Gobierno hablar de la prioridad de la lucha contra el hambre. Oigo al portavoz de la Conferencia Episcopal hablar de la prioridad de la lucha contra el Hambre. Oigo al vocero de la radio eclesiástica riéndose e insultando al presidente del Gobierno por reiterar la prioridad de la lucha contra el hambre. No entiendo nada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de septiembre de 2005