El desalojo de un hombre de 65 años de una masía de Esplugues (Baix Llobregat) se suspendió ayer por segunda vez en cuatro meses. A la hora prevista, las 11.30, una cincuentena de vecinos del municipio y miembros de la Plataforma contra el plan Caufec -un proyecto inmobiliario en la zona de Finestrelles, al pie de Collserola, en el que se incluye la masía y que prevé la construcción de 700 viviendas, oficinas, un hotel y un centro comercial- se concentraron para expresar su apoyo a Josep Maria Duch, cuya familia ha habitado en el lugar desde hace 150 años. Algunos de ellos se encadenaron a la puerta.
La promotora Sacresa, propietaria de la masía de Can Oliveras de Esplugues, y el Ayuntamiento de la localidad pidieron ayer aplazar la orden de desalojo. La familia de Duch vivía en la finca a cambio de vigilar las tierras. Duch ha presentado un recurso de apelación a la Audiencia Provincial, que deberá decidir si sigue vigente esta relación contractual, que no cambió de titularidad cuando murieron los padres de Duch ni cuando los terrenos se traspasaron a un nuevo dueño.
El consistorio aseguró ayer que antes de echar a Duch, mediará para "ofrecerle un piso tutelado o una residencia sustitutiva del hogar" porque, según Servicios Sociales, "no puede valerse por sí mismo por problemas de salud". Duch reafirmó su negativa a ingresar en una residencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de septiembre de 2005