Quería dejar constancia de mi asombro ante la falta de respuesta de una sociedad como es la americana ante una catástrofe en su terreno. Falló la coordinación entre cuerpos de emergencias y autoridades, falló el saber qué hacer con la información. Esto nos debe hacer replantear y aprender lo que pasa en las emergencias. Son muy bonitos los simulacros con público, pero la realidad es otra, la realidad es que no se está preparado para estas magnitudes porque no se quiere.
En la Comunidad de Madrid existen infinidad de cuerpos de emergencia muy mal coordinados, no hay reuniones y afán de protagonismo, el mal de los mediocres. Existen más de 60 protecciones civiles, incluido el Samur, con más de 7.000 personas que no se coordinan con la Comunidad de Madrid (ni siquiera son llamados a una reunión anual), que tan sólo tiene una responsable para coordinarlos de 9.00 a 15.00 sin fines de semana. No existe un sistema de comunicación eficaz vía radio para coordinarlos.
Los planes de emergencia de las ciudades madrileñas, incluido Madrid, están sin hacer y no existe un cuerpo profesional de protección civil que se dedique a hacerlos ni a la prevención, salvo los bomberos, cuando les dejan tiempo sus reivindicaciones salariales. Luego el desastre empieza antes del huracán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de septiembre de 2005