Los militares de paisano inauguraron ayer el calendario de protestas que se esperan en los próximos días contra las medidas del Gobierno del socialista José Sócrates, que en mayo anunció un duro programa de ajuste de las cuentas públicas, cuyo déficit presupuestario duplica el límite máximo del 3% impuesto por Bruselas.
Al empezar por los militares, Sócrates contaba con la disciplina propia de esa profesión para evitar protestas. Pero los militares salieron ayer a la calle a través de sus familias mientras que ellos se movían de forma discreta. Entre otras medidas, se unifica los sistemas de asistencia social de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, se introduce el pago de una tasa sanitaria; sube a 36 años de servicio el tiempo mínimo para acceder a la jubilación, que no podrá ocurrir antes de los 60 años (hasta ahora podría ser antes de los 50); y congela las promociones.
El Ejecutivo sostiene que todos tienen que contribuir a la recuperación del país
Sócrates también subió el IVA del 19% al 21% y recortó los privilegios de la clase política y de titulares de altos cargos públicos. Un programa que merece el aplauso de la generalidad de los analistas y hasta de la opinión pública, que tras varios años de crisis parece haber entendido la urgencia de reformar del Estado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de septiembre de 2005