Uno de los conserjes en la sede central del socialdemócrata SLD, muestra orgulloso el edificio y destaca que le gusta el partido porque "se preocupa por los pobres". Antes de despedirse, no obstante, aclara que tampoco él lo va a votar. "Demasiada corrupción", dice.
Todos los analistas explican el desplome del partido del Gobierno en las encuestas básicamente por la corrupción. Los casos son variadísimos, pero a menudo muestran conexiones entre los altos cargos del SLD y del Gobierno, algunos empresarios, los servicios secretos y la antigua nomenklatura. Abarcan un abanico que va desde la detención -instigada presuntamente por cargos del SLD- del presidente del Consejo de Administración de la petrolera Orlen para impedir una operación empresarial (Orlengate) hasta el intento de soborno a periodistas ofreciendo beneficios en la ley de medios (caso Rywin), pasando por el viceministro que transmitía información secreta a su esposa abogada para que litigara contra el Gobierno (caso Kwasniak) o el diputado que se paseaba con un Mercedes-Benz pagado por un empresario que logró información confidencial (caso Peczak). "En 2004 difícilmente pasó un mes sin la revelación de un nuevo escándalo que afectaba a miembros del Gobierno", escribe en su informe sobre Polonia el instituto estadounidense Freedom House.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de septiembre de 2005