Les propongo un juego: vamos a calcular lo que ingresa cada administración (Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y Gobierno central) por la vivienda ahora y lo que ingresaba en 1994. Descubrirán ustedes por qué los precios de la vivienda no van a bajar.
Supongamos una casa de 90 metros cuadrados: en 1994 pagaba por el IBI (al Ayuntamiento) 141,08 euros, es decir 23.473 pesetas; en 2005 paga 900 euros.
A este ingreso anual hay que sumarle la plusvalía generada por el inmueble a su venta. El valor de mercado en 1994 sería, en euros, unos 75,000. Ahora, el valor de mercado de la casa es de 400.000 euros. Por el acto de la compra pagábamos el 1% por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, total 750 euros y si pedíamos una hipoteca podíamos pagar de Actos Jurídicos Documentados el 0,5%, unos 375 euros. En 2005, lo que pagamos de ITP son 4.000 euros y de AJD son 2.000 euros. Ésto para las Comunidades Autónomas.
Por la compra de la casa, en 1994 habríamos pagado de IVA la cantidad de 5.250 euros; en 2005, la cantidad a pagar es de 28.000 euros. Ingreso para el Gobierno central.
Como resulta evidente la rentabilidad de las subidas y dado que a nadie le amarga un dulce (y a nuestros políticos menos que a nadie), creo que queda claro el futuro de la vivienda en España.
Otro día podríamos hablar del destino de ese dinero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de septiembre de 2005