La presión fiscal que soportan los malagueños se ha multiplicado por 2,5 desde que en 1995 el PP accedió a la alcaldía de Málaga, según denunció ayer la portavoz del grupo municipal socialista, Marisa Bustinduy. Según datos facilitados por el PSOE, una familia con cuatro hijos pagaba en 1995 una media de 600 euros anuales en impuestos y tasas municipales, cuando ahora le corresponden 1.514 euros. Solo en el último año, según el PSOE, los impuestos han subido un 27%. Estos incrementos, según Bustinduy, contrasta con la "imparable disminución de las inversiones" y con la eficacia presupuestaria - el último año sólo se ejecutó el 31% del presupuesto municipal-, lo que a su juicio evidencia que el alcalde, Francisco de la Torre, es "un pésimo gestor". "¿Donde va lo que recauda este ayuntamiento?", se preguntó la portavoz socialista, quien cuestionó, entre otros, el elevado gasto en los sueldos de cargos de confianza que conforman lo que denominó "auténtico gobierno en la sombra". Para Bustinduy, la situación económica del Ayuntamiento requiere un plan de saneamiento al agotar los límites legales de endeudamiento.
La concejal de Economía, Carolina España, replicó sin embargo que la situación financiera del consistorio es "excelente" y aseguró que las inversiones se han multiplicado por seis desde 1995, en contraste con una gestión calamitosa de los socialistas hasta entonces.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de septiembre de 2005