La consejera de Cultura, Caterina Mieras, convocará a principios de octubre una reunión extraordinaria del consorcio del Museo Diocesano y Comarcal de Lleida, que ella preside, para analizar el decreto de la Congregación de Obispos de Roma que exige la entrega a la diocésis de Barbastro de 113 obras. Mieras, que ha mantenido contactos con las principales instituciones catalanas implicadas, a las que ha pedido "prudencia", hizo público en un comunicado su "apoyo" al Obispado de Lleida y manifestó "su confianza en que lleguen a buen puerto" los procesos en marcha para recurrir contra el decreto. Por la mañana, el presidente de la Diputación de Lleida, el convergente Isidre Gavín, había solicitado una reunión urgente del consorcio para estudiar una acción conjunta "clara y contundente". Gavín criticó la actitud "poco decidida" de la Generalitat en este conflicto.
Todas las piezas reclamadas están incluidas desde hace seis años en el catálogo del Patrimonio Artístico Nacional de Cataluña y, según el Obispado de Lleida, no pueden salir del museo sin la correspondiente autorización de la Generalitat. El consorcio encargado de construir la nueva sede del Museo Diocesano está formado por la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Lleida, la Diputación Provincial, el Consejo Comarcal del Segrià y el Obispado de Lleida.
La Institución Cultural de la Franja de Ponent, entidad pro catalana con sede en la localidad zaragozana de Mequinença, hizo público ayer un comunicado en el que reclama al obispado de Lleida, a la Generalitat y al museo que "se respete la cultura, la historia y la identidad de la Franja y que las obras de arte se mantengan unidas" en su actual ubicación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de septiembre de 2005