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OPINIÓN DEL LECTOR

El tren ligero de Pozuelo

Desde hace pocos días los vecinos de la avenida de la Comunidad de Madrid, de Pozuelo de Alarcón, se vienen enterando de que el trazado del llamado tren ligero de Pozuelo ha sido alterado bruscamente y sin dar explicaciones. La decisión se ha tomado en pleno agosto y sin informar al vecindario. Se ha levantado la liebre porque los empleados de una empresa privada se presentaron en algunas casas sin previo aviso a tomar fotos de los edificios en previsión de que aparezcan grietas o deterioros.

El susto fue de órdago. La señalización de las obras se ha hecho de noche -literalmente, de la noche a la mañana- y con sigilo, como si los vecinos de Pozuelo fuéramos enemigos de nuestras autoridades. Cuando los vecinos, alarmados, hemos llamado al Ayuntamiento, nadie se pone y todos se escabullen.

Se quiere así ejecutar el nuevo trazado de este tranvía que ahora acabará enterrado a mucha profundidad por la vía de los hechos consumados y por sorpresa. El coste debe haberse disparado. Dado que los anteriores trazados han sido contestados por los vecinos, esta vez lo están haciendo por la tremenda: aprovechando agosto y sin dar explicaciones.

¡Cómo les gusta agosto! No se han hecho pruebas del terreno, ni se ha informado ni dado garantías acerca del proyecto. Como entre los vecinos hay arquitectos e ingenieros, las dudas y miedos han cundido rápidamente. Es lamentable que tal comportamiento se esté dando hoy en día en una localidad tan tranquila y rica como es Pozuelo de Alarcón.

Probablemente los vecinos tendremos que unirnos de nuevo para defender la integridad de nuestras propiedades y exigir al menos información ante una obra que ahora será mucho más cara y con un trazado irracional distinto del que se anunció. Resulta muy lamentable que se actúe con tanta precipitación y sigilo.- Javier Roiz Parra. Madrid.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de septiembre de 2005