Estimado alcalde: le dirijo esta carta para preguntarle qué día le viene bien quedar conmigo para venirse a mi banco y avalarme en el préstamo para la compra de la "moto" que usted recomienda para moverse por Madrid.
He intentado pedirlo ya, pero el banco no me lo concede y no puedo tirar de ahorros debido a los gastos imprevistos de este último año: subida de la gasolina más que en ningún sitio de España, atascos innumerables que suponen un gasto excesivo de combustible, la cañita de los domingos un 20% o 25% más cara que hace un año, pagos por aparcar en la mayoría de las calles de Madrid, el IBI más caro que nunca..., y ¡doy gracias a que no fumo!
Pues eso, que no tengo mucho dinerito en la cuenta, soy joven, mi sueldo no es deslumbrante, tengo que pagar una hipoteca... Ya sabe cómo está el mercado laboral y ninguno sabemos cómo vamos a estar, por decir una fecha, en dos años; lo mismo algunos no tenemos nuestra nómina actual y no podemos afrontar el préstamo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de septiembre de 2005