La economía española fue la más beneficiada en la distribución de fondos europeos en 2004. España recibió 16.355 millones de euros, un 17,8% del total del gasto comunitario, que ascendió a 91.832 millones de euros, según el informe financiero 2004. España ocupa el primer puesto desde 2001, año en que superó a Francia, que había liderado la clasificación de los mayores receptores en los dos ejercicios anteriores.
Los fondos comunitarios tienen un importante peso en la economía española, al representar el 2,07% de su producto interior bruto (PIB). En términos de PIB, Grecia y Portugal, con el 3,5% y 3,3%, son los países que reciben mayores ayudas.
Los fondos más voluminosos canalizados hacia España fueron las acciones estructurales, que comprenden los fondos de cohesión y el desarrollo regional. Por estos conceptos España consiguió 9.627 millones de euros, el 28,2% del total y prácticamente el doble que el segundo mayor receptor, Alemania, con una población que duplica la española. En subvenciones a la agricultura, Francia ocupó el primer puesto, con 9.429 millones de euros, el 21,6% del total. Le siguen España, con 6.345 millones de euros, e Italia, con 5.040.
En 2004 el presupuesto comunitario registró una apreciable modernización. Se reduce el gasto agrícola y aumentan los fondos ligados a competitividad. El peso de los fondos agrícolas y desarrollo rural, la partida más elevada, con 43.600 millones de euros, representó el 47,5% del total, frente al 54,1% de 2003. Los recursos más ligados a la cohesión y al desarrollo experimentaron un aumento del 20%.
Entre los nuevos miembros destaca Polonia, que ha recibido 2.719 millones de euros y se sitúa en el décimo receptor.
El montante del cheque británico, la compensación que recibe el Reino Unido por el escaso peso de las ayudas agrícolas, ascendió a 5.272 millones de euros. Los mayores contribuyentes fueron Francia, 1.495; Italia, 1.219, y España, 716 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de septiembre de 2005