Me dirijo a ustedes para llamar su atención sobre la situación en la que se encuentra la carretera, por llamarla de algún modo, que une Vicálvaro con Coslada: falta de señalización, baches, mala delimitación de la calzada, rotura de quitamiedos en los puentes, etcétera. Llevo haciendo este trayecto, para ir a trabajar, los últimos 30 años y no recuerdo que haya estado tan abandonada nunca antes.
Es una vía con bastante tráfico y en la que ha habido bastantes accidentes con muertes, como así lo atestiguan algunos recordatorios familiares en los bordes y hasta no hace mucho la única unión entre Coslada y la capital. Parece ser que la reforma y ampliación de la calzada está en marcha desde hace tiempo, pero inexplicablemente se ha paralizado todo y nos encontramos con una carretera peligrosa y dejada de la mano de Dios con el peligro que conlleva para los usuarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de septiembre de 2005