Alrededor de 1.500 agricultores convocados por el sindicato Unió de Pagesos se manifestaron ayer de nuevo con tractores por el centro de Lleida para denunciar la crítica situación que atraviesa el campo a causa de la prolongada sequía y de los bajos precios de los productos agrarios, principalmente de la fruta dulce.
La protesta, al igual que ocurrió el pasado miércoles durante la movilización organizada por el mismo motivo por el sindicato Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), colapsó las principales calles de la ciudad. Además de criticar la gestión del consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Antoni Siurana, y de la Administración central, los manifestantes quisieron simbolizar la delicada situación que vive el sector con un ataúd que llevaron durante toda la marcha por el centro de la capital leridana.
La manifestación, en la que también participaron agricultores procedentes de otras comunidades autónomas, partió de la delegación de la Generalitat y finalizó en el recinto de los Camps Elisis, donde estos días se está celebrando la 51º edición de la Fira de Sant Miquel.
Al pasar por delante de la sede de la Subdelegación del Gobierno central, los manifestantes lanzaron huevos contra el edificio. Tras entregar un manifiesto a las autoridades con las principales reivindicaciones del sector, los dirigentes de Unió de Pagesos anunciaron que las acciones de protesta se repetirán periódicamente hasta que sean atendidas todas las peticiones del sindicato.
El Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca ha prometido que analizará la situación del sector de la fruta dulce, que acumula pérdidas como consecuencia de la prolongada sequía que sufre Cataluña.
Precisamente, el sindicato JARC repartirá hoy fruta de forma gratuita en la Fira de Sant Miquel de Lleida para explicar y concienciar a los ciudadanos de la situación de crisis que vive este sector.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2005