Un incendio que arrasa las cercanías de Los Ángeles ha motivado la evacuación de cientos de hogares, mientras las llamas se propagan sin control a pesar de la lucha de unos 3.000 bomberos. El fuego, que ya ha consumido 7.000 hectáreas en el área de Chatsworth, al noroeste de la ciudad, ha resultado muy difícil de controlar, admitieron fuentes de la alcaldía de Los Ángeles.
El agotamiento se empezaba a notar en los miles de bomberos que intervienen desde la noche del miércoles en la batalla contra las llamas, cuyo origen aún es una incógnita para las autoridades.
Por ahora, los responsables resaltan que han mantenido el fuego alejado de los núcleos urbanos de la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos. Sólo una vivienda había sido destruida, aunque varios edificios no habitados quedaron arrasadas por el fuego.
La Cruz Roja informó, sin embargo, del peligro de que las altas temperaturas que se cierne sobre las casas de 2.000 familias, en la zona residencial limítrofe entre el condado de Los Ángeles y Ventura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2005