Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

La reforma del Estatuto

Parece que por fin tenemos el ansiado Estatut, al que últimamente estábamos siguiendo todos los catalanes con la misma pasión que un culebrón venezolano. Pero a pesar de esta gran noticia yo no me siento ni más feliz ni más catalán, porque, la verdad sea dicha, lo que realmente nos interesa no tan sólo a los catalanes sino también al resto de España, es que los impuestos recaudados, de una forma u otra, sean bien gestionados y no se derroche el dinero, que exista estabilidad laboral para los jóvenes, que la gasolina no esté a precio de oro, que las drogas no invadan nuestra sociedad, o que no se pueda fumar en el trabajo.

Vamos, una serie de necesidades diarias de las que parece que nuestros políticos son ajenos, ya que se dedican en cuerpo y alma a la política de salón y no para lo que considero que realmente han sido elegidos y además cobran por ello, que es trabajar para el pueblo. No obstante, me alegro, pero después de un breve descanso, por favor señores políticos, a trabajar con la misma pasión para el mundo real.- Damián Barranco. Terrassa, Barcelona.

El nuevo Estatut de Catalunya ha sido aprobado tras los últimos acuerdos alcanzados a última hora entre el tripartito y CiU. Todos han ganado, igual que cuando se conocen los resultados de alguna elección. Pero lo que han perdido es imagen pública: con los chantajes, protagonismos partidistas, incoherencias...

La negociación era necesaria para llevar adelante este Estatut. Lo que no era necesario era mostrar el espectáculo que se nos ha ofrecido durante meses para una reforma que todos (o casi todos) los partidos deseaban.- Josep Robert Reig Miró Barcelona

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2005