En los aledaños de las fuentes de Montjuïc, en Barcelona, desde el pasado viernes y hasta el 12 de octubre está instalado el Boulevard of Broken Dreams, una suerte de feria de espectáculos de pequeño formato cuyo creador, el músico de jazz holandés Terts Brinkhoff, define como un mercado, donde uno sólo paga por lo que le interesa. El recinto está salpicado de casetas, carpas bicolores, desde cuya puerta los artistas intentan seducir al público mostrando sus destrezas para que pase al interior, y atracciones circenses. En este peculiar escaparate de las artes escénicas, el visitante puede encontrar desde espectáculos sorprendentes de magia y de mimo hasta minicoreografías, acrobacias e incluso curiosas propuestas musicales, como una discoteca silenciosa y un todadiscos viviente en el que Helen e Yvonne son capaces de interpretar cualquier canción que el espectador les solicite.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de octubre de 2005