La Plataforma Xúquer Viu ha mostrado su convencimiento de que la decisión de la empresa estatal Aguas del Júcar de rescindir el contrato con la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, L'Alacantí y la Marina Baixa es "una prueba de que la decisión de cancelar el proyecto actual -sobre el trazado del trasvase Júcar-Vinalopó- ya está tomada". Esta plataforma se refirió de este modo a la decisión que adoptó el pasado viernes el Consejo de administración de Aguas del Júcar, que acordó rescindir el convenio firmado con la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, L'Alacantí y el Consorcio de Aguas de La Marina Baixa, por impago de los más de 41 millones de euros que desde 2001 debería haber aportado para la financiación de una tercera parte del trasvase Júcar-Vinalopó.
Para Xúquer Viu, esta decisión es "un paso más en la clarificación y resolución del conflicto planteado para el trasvase Júcar-Vinalopó", porque supone "dar un paso al diálogo en los temas del agua entre los distintos sectores de las comarcas valencianas para buscar soluciones integrales, sostenibles, participativas y duraderas en el tiempo". En este sentido, señalaron que la rescisión del contrato es una "decisión lógica", ya que la Junta "incumplía reiteradamente las obligaciones de pago según el convenio suscrito entre esta entidad y la empresa estatal".
Asimismo, apuntaron que Xúquer Viu había denunciado "reiteradamente" esta situación "que se producía desde agosto de 2004", por lo que ya había pedido en diferentes ocasiones a Aguas del Júcar, por medio de requerimientos notariales, que se tomaran medidas al respecto. Según Xúquer Viu, "la estrategia de enfrentamiento y crispación permanente, diseñada por el PP y algunos dirigentes de la Junta de Usuarios del Vinalopó, presidida por una persona ligada a fuertes intereses urbanísticos, no ha dejado de perjudicar a los sectores agrícolas de esta comarca que necesitan soluciones reales para resolver su déficit hídrico". En este sentido, desde esta plataforma del Júcar aseveraron que "la mezcla de los legítimos intereses de la agricultura familiar con las urbanizaciones y los campos de golf ha resultado nefasta".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de octubre de 2005