La distribución en las últimas semanas entre unos 13.000 ganaderos de 330.000 toneladas de cuota láctea ha desatado una oleada de críticas a la Administración central. De las 330.000 toneladas, unas 185.000 han correspondido a Galicia, en detrimento de otras zonas como Castilla y León. Muchos jóvenes se han quedado fuera del reparto.
Las nuevas cuotas proceden en su mayor parte del Plan de Abandono aplicado por el Ministerio de Agricultura, que puso fin al mercado de compraventa de cuotas entre particulares. El segundo objetivo era facilitar la salida digna a los ganaderos que quisieran retirarse, algo que también se ha logrado. Finalmente, el plan pretendía mejorar la estructura de las explotaciones primando a los agricultores jóvenes, a las nuevas incorporaciones y a las zonas menos favorecidas.
Según la Federación de Productores Lácteos, existe malestar entre los grandes grupos que solicitaban elevadas cantidades de leche y que no han recibido nada o sólo una parte mínima de sus demandas. Estas críticas no preocupan en medios oficiales, ya que se trata de empresas importantes que han adquirido cuotas en el mercado.
Sí preocupa en el sector que, por diferentes razones, muchos jóvenes ya instalados, o que aspiraban a hacerlo, se han quedado sin percibir la cuota que solicitaban, ya que ello les impide tener una explotación competitiva. En medios ganaderos se considera que el apoyo a este colectivo en todas las zonas debería haber sido el objetivo prioritario en un sector que en la última década ha pasado de 140.000 a menos de 25.000 ganaderos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de octubre de 2005