El ministro de Defensa, José Bono, dijo la madrugada de ayer en Nueva York, donde participó en una mesa redonda sobre la amenaza terrorista, que es impensable que los militares que vigilan la frontera de Ceuta y Melilla disparen contra los inmigrantes que intentan saltar la verja.
"El Estado Mayor ha dado unas normas de actuación para evitar en todo momento situaciones que tendríamos que lamentar", explicó el ministro.
"Los soldados españoles están preparados y adiestrados para luchar contra otros soldados o contra personas hostiles y armadas", prosiguió. "Pero quienes entran por la frontera de manera ilícita son pobres gentes hambrientas, que no pueden ser tratadas como combatientes convencionales. A nadie le cabe en la cabeza que los soldados abran fuego contra ellos, y no lo van a hacer, porque tienen esa instrucción", reiteró.
Fuentes de Defensa precisaron que el uso de las armas de fuego está autorizado en defensa propia, pero no para impedir el paso ilegal de la frontera, que es una mera infracción administrativa.
Bono explicó que los soldados desplegados en los perímetros de las dos ciudades no participan en una operación militar, dirigida por los mandos orgánicos de los Ejércitos, "sino que es un contingente militar puesto a disposición [del Ministerio del Interior] en apoyo a la Guardia Civil".
El ministro evitó pronunciarse sobre un cambio en la misión de los militares, pero agregó que cualquier decisión del Gobierno es "susceptible de ser considerada o reconsiderada". Y echó la mirada hacia las autoridades marroquíes, a las que pidió un esfuerzo mayor. "La colaboración que debemos esperar de Marruecos es susceptible de ser incrementada notablemente", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de octubre de 2005