Una de las peticiones más reiteradas por los ciudadanos es más zonas verdes. ¿Para qué quiere la gente más jardines? La respuesta es obvia: para hacer lo que no puede hacer en otro lado. Es decir: pasear, hacer deporte o simplemente relajarse.
Una cuestión tan sencilla parece imposible que la entienda el Ayuntamiento de Valencia. Se empeña en celebrar en los jardines (principalmente en Jardín del Turia y Viveros) todo tipo de actos que no son adecuados para un jardín y se deberían celebrar en otros ámbitos. Me estoy refiriendo a ferias de todo tipo (del embutido, de las naciones, falleras, alternativa etc.), al disparo de juegos artificiales (tradicionales o experimentales), a los trenes con motores contaminantes, a las exposiciones de muebles, conciertos de música, proyección de películas. Pero no, el Ayuntamiento continúa dando permiso y en muchos casos fomentando eventos que tienen una grave afección sobre los jardines: suciedad, coches y camiones de gran tonelaje, contaminación, carpas, iluminación excesiva, megafonía, corte de accesos etc.
Un jardín debe ser un jardín y no un bar, una discoteca o un centro comercial. De esos ya tenemos demasiados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de octubre de 2005