Mohamed el Baradei y la institución que dirige, el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), obtuvieron ayer conjuntamente el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a sus esfuerzos por impedir la proliferación de armas nucleares. Al anunciar su decisión, el Comité Nobel del Parlamento noruego destacó la "audacia" de El Baradei en su trabajo. El diplomático egipcio, de 63 años, afirmó que el galardón es un reconocimiento de que el problema "número uno" en el mundo es la posibilidad de que algún grupo terrorista consiga armas nucleares. El Baradei explicó que se enteró del premio mientras veía la televisión con su mujer. Entre los retos del OIEA, un organismo dependiente de la ONU con sede en Viena, están los programas nucleares de Irán y Corea del Norte.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de octubre de 2005