Fernando Argenta (Madrid, 1945), ideólogo y presentador del programa El conciertazo (La 2, sábado, 12.00) desde hace cinco años, y del veterano Clásicos populares, en RNE, que ya lleva 30 años en antena, continúa incansable transmitiendo su pasión porla música clásica en una incesante labor pedagógica que abarca a niños y a adultos. El hijo del músico Ataúlfo Argenta estuvo el viernes en Bilbao, invitado por el Liceo Francés, para charlar con alumnos y padres: "Un poco de todo, de la música clásica, de mis experiencias, mi niñez, de cómo llegué yo a la música clásica".
Pregunta. Usted fue un privilegiado. Le sería sencillo amar la música clásica.
Respuesta. Sí, gracias a mi padre. Pero no es necesario tener un padre músico para acercar la clásica a los niños, sólo que en casa se escuche. Hay que dar ejemplo. Si el menor no te ve disfrutar a ti, ¿cómo le va a gustar?
P. Pero no es fácil ser oyente de música clásica.
R. No sé quién les ha metido en la cabeza a los niños que la clásica es un rollo. Lo que ahora dicen que es moderno, eso sí que es antiguo. A mi me parece muy bien que a los jóvenes les guste el hip hop y el heavy, porque los jóvenes tienen la obligación de ser innovadores y transgresores. Pero esto moderno de ahora... Bisbal ni es moderno ni es nada.
P. Usted mismo fue rockero en su juventud, con el grupo Micky y los Tonys.
R. No he dejado de serlo. De vez en cuando cojo la guitarra y me reúno con mis compañeros de grupo. A mi el rock me ha dado un punto de vista que me ha servido mucho.
P. ¿Que le habría parecido a su padre su faceta rockera?
R. Seguro que le habría hecho mucha gracia. Él en casa no tocaba clásica en el piano, sino tangos, boogies... Es inevitable, salvo honrosas excepciones, que a una edad determinada te atraiga la música rock o de otro tipo. Los jóvenes, aunque estén estudiando música clásica, en la adolescencia, es natural que les guste lo mismo que a los de su edad.
P. ¿Vive la música clásica en España un momento dulce?
R. Sí. Si miramos atrás, hace 15 o 20 años, a este país no lo reconoce nadie. Es el asombro de Europa. Se han creado orquestas y los músicos cada vez tocan mejor. Y eso es importantísimo: un país inculto está condenado a la pobreza y la esclavitud.
P. Un consejo para los padres.
R. Que no se empecinen en que su hijo aprenda un instrumento.
P. ¿Y para escuchar?
R. Beethoven, algunos movimientos y la música barroca en general. El Canon de Pachelbel o La primavera, de Vivaldi, siempre funcionan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de octubre de 2005