Antonio Fernández Fosforito recibió ayer de manos del presidente de la Junta, Manuel Chaves, la Llave de Oro del Cante, concecida por su labor de "dignificación y universalización del flamenco", en un acto celebrado en el Teatro Cervantes de Málaga, ciudad donde El Nitri recibió en 1862 la primera. "Es algo muy gordo", dijo el cantaor antes del acto, y aseguró "no haber buscado nunca oros". "Canté primero por necesidad de seobevivir, había que comer cada día, y luego por la necesidad vital de cantar, de compartir afectos con la gente, no podía ser otra cosa que cantaor", dijo.
El escritor Pablo García Baena hizo una semblanza del cantaor nacido en 1932 en Puente Genil, en la que destacó la autenticidad y el duende. Es la quinta ocasión en la historia que se concede este galardón, que a partir de ahora será Llave de Oro del Flamenco para dar cabida también al toque y al baile.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de octubre de 2005