Hace cinco años, Francia parecía un equipo imparable: había ganado el Mundial 98 y la Eurocopa 2000, tenía un jugador decisivo, Zinedine Zidane, y un bloque de fantásticos futbolistas comprometidos con la causa. Entonces llegó el fracaso del Mundial de Corea y Japón. El cansancio y las lesiones, explicó la prensa francesa, fueron las razones. Lo mismo que en la temprana eliminación en la Eurocopa 2004, cuando se añadió otra explicación: el equipo había envejecido. Hoy, con las mismas caras que entonces, Francia necesita golear a Chipre y que Suiza no gane a Irlanda en Dublín, o que lo haga de forma modesta.
La matemática clasificatoria es sencilla: el equipo de Zidane, Thuram y Makelele, que han vuelto de su retiro internacional para rescatar a la selección, obtendrá su billete para el Mundial si gana a Chipre por cuatro goles más de la ventaja que Suiza obtenga en Lansdowne Road contra Irlanda, o si los helvéticos no vencen.
Francia, sin embargo, no es la única selección en apuros: Grecia, vigente campeona de Europa, debe ganar a Georgia y esperar que Turquía pierda en Albania y que Dinamarca no gane en Kazajistán. Si los turcos hacen lo mismo que los daneses irán a la repesca. La República Checa, por su parte, precisa vencer en Finlandia para dejar fuera del Mundial a Rumania. La misma tensión se vivirá en Bratislava, donde el vencedor del Eslovaquia-Rusia obtendrá el premio de la repesca. Aunque hay truco: a los locales les vale con el empate.
En la última jornada de clasificación para el Mundial nadie puede estar tranquilo. Ni siquiera los equipos que ya se han clasificado: Polonia e Inglaterra juegan en Old Trafford para saber quién viaja directamente a Alemania, coronado como campeón de grupo, y quién debe esperar a la repesca. El otro mejor segundo se decidirá entre Suecia, Croacia y una carambola prácticamente imposible: para que Suecia no se clasifique directamente para el Mundial, la selección de Larsson e Ibrahimovic tiene que perder contra Islandia por una diferencia mayor a 17 goles, Finlandia tiene que derrotar a la República Checa, y Armenia no derrotar a Andorra. Si la República Checa vence a Finlandia, Suecia debería perder por 10 goles, al menos, aunque siempre dependiendo de la cantidad de goles que se anoten en el encuentro de los checos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de octubre de 2005