Cuando escucho a Francisco Camps decir que "somos el referente mundial" no sé a qué se refiere, ni a quién. No sé a qué país, región, nación, reino o comunidad se refiere, ni sé tampoco si el mundo se fija en nosotros por lo bien que funciona la sanidad, la enseñanza, las terras míticas, el pelotazo urbanístico o el desastre ecológico que se nos viene encima.
Porque a mi entender, teniendo en cuenta cómo funcionan las cosas por Orihuela, Castellón y Valencia, no se me ocurre que nosotros seamos el referente mundial de algo que no sea la escala y corda, el raspall y ¿qué más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de octubre de 2005